¿Se imagina que un día se levanta y las largas colas que ha tenido que sufrir en algún momento de su vida (o en varios) ya son historia? ¿Se imagina que para hacer cualquier papeleo ya no tiene que perder un día de trabajo sino que basta con sentarse enfrente de su ordenador un cierto tiempo (depende de la habilidad de cada uno y la velocidad de su ADSL)? Aunque estamos en una época donde se tiende a soñar, en esta ocasión, todo lo anterior no forma parte de un sueño sino de una realidad que, se supone, comenzará a funcionar dentro de dos días. Como lo leen.
A partir del próximo 1 de enero, vamos, este viernes, asistiremos al primer apagón del 2010, el de la burocracia analógica, tal y como manda la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos. A aquellos que todavía no controlan el tema de las nuevas tecnologías, no se asusten pues, como se ponía de manifiesto el lunes pasado en Cinco Días, dicho apagón no podrá tener su máximo alcance pues solo el 70 % de la Administración central está preparada para este tipo de gestiones. Por no hablar de la Administración local que, en el caso de los municipios medianos y pequeños, todavía anda un poco lenta en la implantación y eso que han tenido varios años (al menos cuatro) para ello y no como el caso de los colegios profesionales a los que la transposición de la directiva de servicios les está metiendo prisa en la instalación de la ventanilla única, como si de una ventana física se tratara. Y, encima, sin financiación alguna para ello. Porque digo yo que la instalación de la Administración Electrónica no se ha hecho en dos días y todo ello habrá tenido su coste ¿no?
Una recomendación final: vaya haciéndose con la firma electrónica y con el dni electrónico porque la era digital ha llegado a nuestra Administración para quedarse. ¡Feliz 2010!
